jueves, 17 de octubre de 2013

LA VEJEZ DESDE UNA MIRADA DEL DESARROLLO HUMANO

El envejecimiento en la sociedad actual es visto como la etapa “final” de la existencia, donde el ser humano ya no se considera útil ni para su comunidad ni para su familia, esta situación más que el hecho de que percibamos en nuestro cuerpo y nuestras capacidades el inexorable paso del tiempo, hace que el solo hecho de pensar en volvernos ancianos algún día nos provoque temor, incertidumbre y un desasosiego mayúsculo que de cierta manera bloquea nuestras potencialidades y nos prepara negativamente para la vejez. 

Tomar conciencia de que la vejez no significa la pérdida total de las capacidades para ser productivo, amar, integrarse, enseñar y aprender es un paso gigantesco para el cambio del paradigma con el que se conceptualiza el envejecimiento hoy en día.  Es importante considerar la vejez como una etapa más del desarrollo de la vida y no como una etapa de involución en la que la persona a los ojos de los demás prácticamente desaparece.  El solo hecho del aumento demográfico de la población anciana debido en un alto grado a los avances científicos hace que debamos mirar desde otra perspectiva este proceso y darle al adulto mayor el lugar que este se merece en la sociedad porque de lo contrario se convertirá en un mediano plazo en un problema de grandes proporciones.
 

Dejar de lado una serie de prejuicios acerca de la vejez que culturalmente tenemos arraigados como el hecho de pensar que la vejez es la antesala de la muerte, que ser viejo es quedarse solo o es un sinónimo de enfermedad, por el contrario la vejez debe ser vista como una época hermosa de la vida donde estamos cosechando los frutos de nuestro trabajo de toda la vida, donde actuamos y vemos la vida de sosegada y tranquila sin el ímpetu de la juventud que a veces nos hace cometer muchos errores, es la época que podemos dedicar más tiempo a cultivarnos a nosotros mismos a realizar labores más filantrópicas.


 
La vejez trae consigo la realidad inexorable del que el paso del tiempo aumenta la probabilidad de nuestro fallecimiento  y que esta viene acompañada  de unos algunos cambios tanto físicos como intelectuales, biológicamente el organismo llega a su punto máximo de crecimiento y maduración y  a partir de allí comienza a decrecer.  Los cambios físicos en esta etapa generalmente se evidencian con la  pérdida del cabello, deterioro dental, arrugamiento de la piel, disminución de la talla y deterioro de las actividades  motoras, digestivas, irrigadoras, y sexuales entre otras.  Actualmente es muy difícil definir  cuáles de los cambios tienen que ver directamente con el envejecimiento y cuales dependen directamente del estilo de vida que ha llevado la persona, lo que si es cierto es que el grado de envejecimiento es mucho mayor para aquellas personas que han llevado una vida sedentaria, y que han abusado del alcohol y las drogas.  Las enfermedades aunque no son exclusivas de la vejez, debido al debilitamiento de los sistemas generalmente aumentan en la vejez, las más comunes son, el cáncer,  la osteoporosis, la arterioesclerosis, el Alzheimer, la Diabetes y otro tipo de enfermedades mentales asociadas con una pérdida de la capacidad del cerebro.
 
Es necesario asumir que la vejez propiamente dicha no es una enfermedad es más bien un estado en el que sobrevienen cambios degenerativos graduales de lento desgaste es por ello que no necesariamente tiene que venir acompañada de dolores y angustias.
Durante el proceso de envejecimiento ocurren cambios degenerativos a nivel celular, en los tejidos, en los órganos y en general en todo el sistema, el proceso de envejecimiento empieza desde el momento de la  concepción y termina con la muerte.  El proceso de envejecer abarca toda la personalidad, el deterioro no es solo físico sino también funcional unido al resultado de tensiones emocionales.
 
Realmente viejo es aquel que ha llegado a la cúspide de su vida, la persona que se estanca también ha envejecido, se envejece porque pasan los años, pero también se envejece porque pasa el tiempo y no se aprovecha el tiempo como se debe, hay personas  que se sientan a esperar la muerte sentado en una silla, los hay también quienes aprovechan esta etapa para darle sentido a su vida, para disfrutar de aquellas cosas que no pudieron en otra época de su vida.
 
 
 
 
La vejez como cualquier otra edad tiene su propia funcionalidad, los bloqueos que se ponen a esta  son los que hacen que se presente tantos inconvenientes en esta etapa.  Para encontrar una concepción más equilibrada de la vejez debemos empezar por reconocerla como una etapa vital en la que debe reconocerse que el paso de los años produce efectos en las personas, siendo una etapa más de la experiencia humana y por el tanto este debe traer elementos positivos tanto para el desarrollo personal como social de las personas.
Aun con todos los  deterioros  físicos y mentales que trae consigo la vejez, muchas personas mayores enfrentan esta etapa con una actitud positiva y juvenil, tienen una vida activa, muy rica en experiencias, no parecen ni se sienten seniles, pues compensan su envejecimiento biológico con un estilo de vida que les hace sentir en una excelente condición hasta muy avanzada edad, es por ello que la vejez no tiene que ser considerada como la peor etapa del ciclo de vida pues tener un envejecimiento satisfactorio es posible y la sociedad debe aportar a este cambio modificando los pensamientos y las estructuras sociales..
Una vejez plena de sentido es aquella en la que predomina una actitud positiva y reflexiva, aceptando los logros y los fracasos, tratando siempre de lograr la aceptación de uno mismo aprendiendo a disfrutar de los placeres que esta etapa puede traer.
 
Como una reflexión final aplicable a todos es que hay que prepararse para el envejecimiento, saber enfrentar esta etapa sin temor, percibir la vejez y la muerte como una etapa natural, como una parte del ciclo vital, pero antes de eso aportando al cambio de los paradigmas existentes, valorando a nuestros viejos, brindándoles un espacio dentro de la sociedad, haciéndoles sentir útiles hasta el fin de sus fuerzas, respetando su experiencia y dándoles un espacio importante en el seno de la familia, brindándoles amor, protección y cuidados en el momento aquel en el que ya no les sea posible valerse por sí mismos.   


http://www.google.com.co/imgres?hl=es&biw=1242&bih=550&tbm=isch&tbnid=dR0     http://euronews.es/noticias-ciencia/japon-caza-la-proteina-de-la-eterna-juventud/
http://vejezymuerte-301138-240.blogspot.com/2012/10/conceptualizacion-de-la-vejez-y-muerte.html
http://revistapsicologica.soopbook.es/chapter/la-vejez-desde-una-mirada-del-desarrollo-humano/
http://www.rena.edu.ve/cuartaEtapa/psicologia/Tema8.html
          
 
María Cristina Sánchez    

LA VEJEZ DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD Y SOCIALIZACIÓN


                                       
Las relaciones sociales mantienen su importancia en la etapa siguiente para los ancianos (conocida también como vejez o tercera edad que comprende a partir de los 60 años hasta la muerte), como para las personas de todas las edades, lo que su énfasis radica en la familia y las relaciones que establece con otros individuos de la tercera edad ya que en esta etapa el individuo se jubila. 
Al avanzar la edad, ocurren varios cambios físicos, incluyendo alguna pérdida del color, textura y elasticidad de la piel; adelgazamiento y encanecimiento del cabello; disminución de la talla corporal; adelgazamiento de los huesos; pérdida de la agudeza visual necesitando anteojos para leer; se produce una disminución de la capacidad auditiva, en especial los sonidos de frecuencia más alta; disminuyen de modo gradual la fuerza y la coordinación motora. La "práctica constante" de algunas habilidades resiste los efectos de la edad. Las personas de edad avanzada experimentan un debilitamiento general de las respuestas y del procesamiento de información.
 
 
Estos cambios no son sinónimo de desempeño deficiente, a pesar de ellos, existen otros aspectos característicos de este período que igual posibilitan su desempeño social, entre los que se destaca, la experiencia acumulada, o habilidades que durante años permanecieron estancadas o desplazadas por la necesidad de asumir otras responsabilidades sociales (habilidades manuales, artísticas, etc.). Es frecuente encontrarse adultos mayores que se dediquen a participar activamente en actividades comunitarias.
En esta etapa la familia y la comunidad son los máximos responsables de mantener al adulto mayor activo socialmente. La familia es aún la fuente primaria de apoyo emocional. En ella el adulto satisface una necesidad muy importante que aparece por primera vez en esta etapa y que es la necesidad de auto trascendencia.
 
Esta necesidad viene dada porque el anciano hace consiente la cercanía de la muerte y por lo tanto busca quedar en los otros, sentir que su vida no ha sido en vano y que ha hecho cosas importantes y por lo cual será reconocido.
La familia juega un papel fundamental, porque es dentro del hogar donde el adulto va a desarrollar sus actividades. Es necesario crearle un ambiente que favorezca el crecimiento personal. Esto se puede lograr dando oportunidades para que continúe manteniendo una activa participación en las decisiones familiares, se puedan sentir útiles y para que continúen fortaleciéndose los vínculos afectivos.
Por su parte la comunidad también garantiza la satisfacción de esta necesidad de auto trascendencia, permite la posibilidad de sentirse útiles y reconocidos socialmente. Esto se puede lograr mediante la participación de los adultos mayores en tarea y actividades de su comunidad.

Queda demostrado que el grupo es el mediador principal en la relación del hombre con la sociedad y dentro de él se dan procesos que lo hacen un espacio social único e irrepetible y que participan en la modificación o aparición de nuevas concepciones, valoraciones y actitudes.
Los agentes de socialización, tienen gran relevancia en el desarrollo de la personalidad, están presentes a lo largo de toda la vida del sujeto, pero no todos influyen de la misma manera en todos los momentos por los que atraviesa el desarrollo de la Personalidad.
Cada etapa evolutiva se caracteriza por regularidades y logros que sientan las bases a nuevos periodos, la situación social de desarrollo definirá en última instancia la influencia de los agentes socializadores en el desarrollo de personalidad.

Me llegará lentamente
y me hallará distraído
probablemente dormido
sobre un colchón de laureles.
Se instalará en el espejo,
inevitable y serena
y empezará su faena
por los primeros bosquejos.

Con unas hebras de plata
me pintará los cabellos
y alguna línea en el cuello
que tapará la corbata.
Aumentará mi codicia,
mis mañas y mis antojos
y me dará un par de anteojos
para sufrir las noticias.

La vejez...
está a la vuelta de cualquier esquina,
allí, donde uno menos se imagina
se nos presenta por primera vez.

La vejez...
es la más dura de las dictaduras,
la grave ceremonia de clausura
de lo que fue, la juventud alguna vez.

Con admiable destreza,
como el mejor artesano
le irá quitando a mis manos
toda su antigua firmeza
y asesorando al Galeno,
me hará prohibir el cigarro
porque dirán que el catarro
viene ganando terreno.

Me inventará un par de excusas
para amenguar la impotencia,
´que vale más la experiencia
que pretensiones ilusas´,
me llegará la bufanda,
las zapatillas de paño
y el reuma que año tras año
aumentará su demanda.


La vejez...
es la antesala de lo inevitable,
el último camino transitable
ante la duda... ¿qué vendrá después;
La vejez
es todo el equipaje de una vida,
dispuesto ante la puerta de salida
por la que no se puede ya volver


A lo mejor, más que viejo
seré un anciano honorable,
tranquilo y lo más probable,
gran decidor de consejos
o a lo peor, por celosa
me apartará de la gente
y cortará lentamente
mis pobres, últimas rosas.

La vejez
está a la vuelta de cualquier esquina,
allí donde uno menos se imagina
se nos presenta por primera vez.
La vejez...
es la más dura de las dictaduras,
la grave ceremonia de clausura
de lo que fue la juventud alguna vez.


Yary Joana Rojas