Las relaciones sociales mantienen su importancia en
la etapa siguiente para los ancianos (conocida también como vejez o
tercera edad que comprende a partir de los 60 años hasta la muerte),
como para las personas de todas las edades, lo que su énfasis radica en la
familia y las relaciones que establece con otros individuos de la tercera edad
ya que en esta etapa el individuo se jubila.
Al avanzar la edad, ocurren varios cambios físicos,
incluyendo alguna pérdida del color,
textura y elasticidad de
la piel;
adelgazamiento y encanecimiento del cabello; disminución de la talla corporal;
adelgazamiento de los huesos;
pérdida de la agudeza visual necesitando anteojos para leer; se produce una
disminución de la capacidad auditiva, en especial los sonidos de frecuencia más
alta; disminuyen de modo gradual la fuerza y
la coordinación motora. La "práctica constante" de algunas
habilidades resiste los efectos de la edad. Las personas de edad avanzada
experimentan un debilitamiento general de las respuestas y del procesamiento
de información.
Estos cambios no son sinónimo de desempeño
deficiente, a pesar de ellos, existen otros aspectos característicos de este
período que igual posibilitan su desempeño social, entre los que se destaca, la
experiencia acumulada, o habilidades que durante años permanecieron estancadas
o desplazadas por la necesidad de asumir otras responsabilidades sociales (habilidades manuales,
artísticas, etc.). Es frecuente encontrarse adultos mayores que se dediquen a
participar activamente en actividades comunitarias.
En esta etapa la familia y la comunidad son los
máximos responsables de mantener al adulto mayor activo socialmente. La familia
es aún la fuente primaria de apoyo emocional. En ella el adulto satisface una
necesidad muy importante que aparece por primera vez en esta etapa y que es la
necesidad de auto trascendencia.
Esta necesidad viene dada porque el anciano hace consiente
la cercanía de la muerte y
por lo tanto busca quedar en los otros, sentir que su vida no ha sido en vano y
que ha hecho cosas importantes y por lo cual será reconocido.
La familia juega un papel fundamental, porque es
dentro del hogar donde el adulto va a desarrollar sus actividades. Es necesario
crearle un ambiente que favorezca el crecimiento personal. Esto se puede lograr
dando oportunidades para que continúe manteniendo una activa participación en
las decisiones familiares, se puedan sentir útiles y para que continúen
fortaleciéndose los vínculos afectivos.
Por su parte la comunidad también garantiza la
satisfacción de esta necesidad de auto trascendencia, permite la posibilidad de
sentirse útiles y reconocidos socialmente. Esto se puede lograr mediante la
participación de los adultos mayores en tarea y actividades de su comunidad.
Queda demostrado que el grupo es el mediador principal en la relación del hombre con la sociedad y dentro de él se dan procesos que lo hacen un espacio social único e irrepetible y que participan en la modificación o aparición de nuevas concepciones, valoraciones y actitudes.
Los agentes de socialización, tienen gran relevancia en el desarrollo de
la personalidad, están presentes a lo largo de toda la vida del sujeto, pero no
todos influyen de la misma manera en todos los momentos por los que atraviesa
el desarrollo de la Personalidad.
Cada etapa evolutiva se caracteriza por regularidades y logros que
sientan las bases a nuevos periodos, la situación social de desarrollo definirá
en última instancia la influencia de los agentes socializadores en el
desarrollo de personalidad.
http://books.google.com.ar/books?id=FCVSY1VJKTAC&pg=PR3&lpg=PR3&dq=la+vejez+desarrollo+de+la+personalidad+y+socializacion&source=bl&ots=CbEzxkEJ5E&sig=4I8DmFRmNpEjuuxZuSoSDwPuZr8&hl=es&sa=X&ei=O7VdUuCOKsKnkQf86YHYAw&ved=0CF8Q6AEwBw#v=onepage&q=la%20vejez%20desarrollo%20de%20la%20personalidad%20y%20socializacion&f=false
POEMA DE ALBERTO CORTEZ SOBRE LA VEJEZ
POEMA DE ALBERTO CORTEZ SOBRE LA VEJEZ
Me llegará lentamente
y me hallará distraído
probablemente dormido
sobre un colchón de laureles.
Se instalará en el espejo,
inevitable y serena
y empezará su faena
por los primeros bosquejos.
Con unas hebras de plata
me pintará los cabellos
y alguna línea en el cuello
que tapará la corbata.
Aumentará mi codicia,
mis mañas y mis antojos
y me dará un par de anteojos
para sufrir las noticias.
La vejez...
está a la vuelta de cualquier esquina,
allí, donde uno menos se imagina
se nos presenta por primera vez.
La vejez...
es la más dura de las dictaduras,
la grave ceremonia de clausura
de lo que fue, la juventud alguna vez.
Con admiable destreza,
como el mejor artesano
le irá quitando a mis manos
toda su antigua firmeza
y asesorando al Galeno,
me hará prohibir el cigarro
porque dirán que el catarro
viene ganando terreno.
Me inventará un par de excusas
para amenguar la impotencia,
´que vale más la experiencia
que pretensiones ilusas´,
me llegará la bufanda,
las zapatillas de paño
y el reuma que año tras año
aumentará su demanda.
La vejez...
es la antesala de lo inevitable,
el último camino transitable
ante la duda... ¿qué vendrá después;
La vejez
es todo el equipaje de una vida,
dispuesto ante la puerta de salida
por la que no se puede ya volver
A lo mejor, más que viejo
seré un anciano honorable,
tranquilo y lo más probable,
gran decidor de consejos
o a lo peor, por celosa
me apartará de la gente
y cortará lentamente
mis pobres, últimas rosas.
La vejez
está a la vuelta de cualquier esquina,
allí donde uno menos se imagina
se nos presenta por primera vez.
La vejez...
es la más dura de las dictaduras,
la grave ceremonia de clausura
de lo que fue la juventud alguna vez.
Yary Joana Rojas
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