El envejecimiento en la sociedad actual es visto como la etapa “final” de la existencia, donde el ser humano ya no se considera útil ni para su comunidad ni para su familia, esta situación más que el hecho de que percibamos en nuestro cuerpo y nuestras capacidades el inexorable paso del tiempo, hace que el solo hecho de pensar en volvernos ancianos algún día nos provoque temor, incertidumbre y un desasosiego mayúsculo que de cierta manera bloquea nuestras potencialidades y nos prepara negativamente para la vejez.
Tomar conciencia de que la vejez no significa la pérdida total de las capacidades para ser productivo, amar, integrarse, enseñar y aprender es un paso gigantesco para el cambio del paradigma con el que se conceptualiza el envejecimiento hoy en día. Es importante considerar la vejez como una etapa más del desarrollo de la vida y no como una etapa de involución en la que la persona a los ojos de los demás prácticamente desaparece. El solo hecho del aumento demográfico de la población anciana debido en un alto grado a los avances científicos hace que debamos mirar desde otra perspectiva este proceso y darle al adulto mayor el lugar que este se merece en la sociedad porque de lo contrario se convertirá en un mediano plazo en un problema de grandes proporciones.
Dejar de lado una serie de prejuicios acerca de la vejez que culturalmente tenemos arraigados como el hecho de pensar que la vejez es la antesala de la muerte, que ser viejo es quedarse solo o es un sinónimo de enfermedad, por el contrario la vejez debe ser vista como una época hermosa de la vida donde estamos cosechando los frutos de nuestro trabajo de toda la vida, donde actuamos y vemos la vida de sosegada y tranquila sin el ímpetu de la juventud que a veces nos hace cometer muchos errores, es la época que podemos dedicar más tiempo a cultivarnos a nosotros mismos a realizar labores más filantrópicas.
La vejez trae consigo la realidad inexorable del que el paso del tiempo aumenta la probabilidad de nuestro fallecimiento y que esta viene acompañada de unos algunos cambios tanto físicos como intelectuales, biológicamente el organismo llega a su punto máximo de crecimiento y maduración y a partir de allí comienza a decrecer. Los cambios físicos en esta etapa generalmente se evidencian con la pérdida del cabello, deterioro dental, arrugamiento de la piel, disminución de la talla y deterioro de las actividades motoras, digestivas, irrigadoras, y sexuales entre otras. Actualmente es muy difícil definir cuáles de los cambios tienen que ver directamente con el envejecimiento y cuales dependen directamente del estilo de vida que ha llevado la persona, lo que si es cierto es que el grado de envejecimiento es mucho mayor para aquellas personas que han llevado una vida sedentaria, y que han abusado del alcohol y las drogas. Las enfermedades aunque no son exclusivas de la vejez, debido al debilitamiento de los sistemas generalmente aumentan en la vejez, las más comunes son, el cáncer, la osteoporosis, la arterioesclerosis, el Alzheimer, la Diabetes y otro tipo de enfermedades mentales asociadas con una pérdida de la capacidad del cerebro.
Es necesario asumir que la vejez propiamente dicha no es una enfermedad es más bien un estado en el que sobrevienen cambios degenerativos graduales de lento desgaste es por ello que no necesariamente tiene que venir acompañada de dolores y angustias.
Durante el proceso de envejecimiento ocurren cambios degenerativos a nivel celular, en los tejidos, en los órganos y en general en todo el sistema, el proceso de envejecimiento empieza desde el momento de la concepción y termina con la muerte. El proceso de envejecer abarca toda la personalidad, el deterioro no es solo físico sino también funcional unido al resultado de tensiones emocionales.
Realmente viejo es aquel que ha llegado a la cúspide de su vida, la persona que se estanca también ha envejecido, se envejece porque pasan los años, pero también se envejece porque pasa el tiempo y no se aprovecha el tiempo como se debe, hay personas que se sientan a esperar la muerte sentado en una silla, los hay también quienes aprovechan esta etapa para darle sentido a su vida, para disfrutar de aquellas cosas que no pudieron en otra época de su vida.
La vejez como cualquier otra edad tiene su propia funcionalidad, los bloqueos que se ponen a esta son los que hacen que se presente tantos inconvenientes en esta etapa. Para encontrar una concepción más equilibrada de la vejez debemos empezar por reconocerla como una etapa vital en la que debe reconocerse que el paso de los años produce efectos en las personas, siendo una etapa más de la experiencia humana y por el tanto este debe traer elementos positivos tanto para el desarrollo personal como social de las personas.
Aun con todos los deterioros físicos y mentales que trae consigo la vejez, muchas personas mayores enfrentan esta etapa con una actitud positiva y juvenil, tienen una vida activa, muy rica en experiencias, no parecen ni se sienten seniles, pues compensan su envejecimiento biológico con un estilo de vida que les hace sentir en una excelente condición hasta muy avanzada edad, es por ello que la vejez no tiene que ser considerada como la peor etapa del ciclo de vida pues tener un envejecimiento satisfactorio es posible y la sociedad debe aportar a este cambio modificando los pensamientos y las estructuras sociales..
Una vejez plena de sentido es aquella en la que predomina una actitud positiva y reflexiva, aceptando los logros y los fracasos, tratando siempre de lograr la aceptación de uno mismo aprendiendo a disfrutar de los placeres que esta etapa puede traer.
Como una reflexión final aplicable a todos es que hay que prepararse para el envejecimiento, saber enfrentar esta etapa sin temor, percibir la vejez y la muerte como una etapa natural, como una parte del ciclo vital, pero antes de eso aportando al cambio de los paradigmas existentes, valorando a nuestros viejos, brindándoles un espacio dentro de la sociedad, haciéndoles sentir útiles hasta el fin de sus fuerzas, respetando su experiencia y dándoles un espacio importante en el seno de la familia, brindándoles amor, protección y cuidados en el momento aquel en el que ya no les sea posible valerse por sí mismos.
http://www.google.com.co/imgres?hl=es&biw=1242&bih=550&tbm=isch&tbnid=dR0 http://euronews.es/noticias-ciencia/japon-caza-la-proteina-de-la-eterna-juventud/
http://vejezymuerte-301138-240.blogspot.com/2012/10/conceptualizacion-de-la-vejez-y-muerte.html
http://revistapsicologica.soopbook.es/chapter/la-vejez-desde-una-mirada-del-desarrollo-humano/
http://www.rena.edu.ve/cuartaEtapa/psicologia/Tema8.html
María Cristina Sánchez
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María Cristina Sánchez
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